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Barcelona en la segunda Guerra Mundial

La situación en Barcelona ya debía de estar calmada ya que España acababa de salir de una gran guerra y después de las guerras llega un periodo de transición en el que nadie quiere disputas.
 
Muchos judíos procedentes de alemania vieron a España como una buena opción para emigrar cuando empezó el mandato de Hitler, lo que provocó que muchos se arruinaron ya que a lo mejor abandonar alemania significaba dejar atrás todo lo que tenían, que podría ser mucho, ya que los judíos se caracterizaban por ser muy buenos en los negocios y eran bastante ricos. Esto obviamente no debió de ser fácil porque todas estas familias tenían que elegir entre estar segregados o dejar todo atrás para empezar una nueva vida que no es nada fácil.
 
Estas familias sufrieron mucho; huyeron de un país que los despreciaba, para ir a parar a otro en el que tampoco se les tuvo mucho cariño. Algunos de estos judíos, atemorizados por la situación en la que vivían, se cambiaron de religión, se convirtieron al catolicismo, para poder librarse del horror que se les avecinaba. Muchas de estas familias, que no pasaban ninguna necesidad en su vida antes del ascenso al poder de Hitler, se vieron en la obligación de emigrar y perderlo todo, aquellas familias ricas tuvieron que vivir refugiados en casas demasiado pequeñas para el número de personas que habían; vivían en condiciones infrahumanas.
 
El odio y los insultos hacia estos refugiados cada vez era mayor; había desfiles de nazis todo el tiempo y una noche, conocida como la noche de los cristales rotos, el 8 de noviembre del 1938, entraron en estas casas, de judíos, para destrozar todo lo que encontraran a su paso. Al cabo de un tiempo la situación no mejoró y a muchas familias les quitaron fábricas y pertenencias por el hecho de ser nazis, los dejaron sin nada. Muchos de ellos, al verse en esta situación, huyeron hacia otros países alejados de Europa con mucho esfuerzo; los que no pudieron huir, fueron deportados a campos de concentración.

En Barcelona la situación tampoco era fácil, a los judíos no se les permitía dar clases y no se les reconocía títulos. Estaban muy discriminados. Había una comunidad que ayudaba a judíos a esconderse mientras conseguían una manera de huir a otros países y que guardaban sus pertenencias hasta que pudieran volver.

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